Page 7 - Nemachtia Marzo 2019

PREVENCION

Las inves gaciones sugieren que las mejoras en el es lo de
crianza están asociadas a futuro con una reducción en los
problemas socioemocionales y de comportamiento del
niño (Sanders y Woolley, 2005), es decir, enen un enfoque
preven vo (antes de que los problemas se desarrollen o a la
primera señal), ya que se u lizan como un apoyo para
prevenir el desarrollo de problemá cas psicosociales en la
adolescencia y la adultez temprana; tales como la
delincuencia adolescente, el absen smo escolar, el
comportamiento an social en la adolescencia, las
conductas sexuales de riesgo, el abuso de sustancias, etc...
(Haggerty et al, 2013).
Los programas eficaces enen como obje vo reducir los
factores de riesgo conocidos que dan lugar a pobres
resultados en niños y familias, tales como las prác cas
disciplinarias severas, y fortalecer los factores protectores,
es decir, los factores que predicen resultado familiares
posi vos.
Los programas de prác cas de crianza o de parentalidad
posi va también pueden ser muy ú les como tratamiento
complementario para niños con trastorno por déficit de
atención con hiperac vidad (TDAH), trastornos del estado
de ánimo o trastornos del desarrollo neurológico y del
aprendizaje (Petrenko, 2013; Skotarczak y Lee, 2015). En estos casos, por
lo general se centran en el manejo de problemas de
comportamiento asociados con el diagnós co principal.
Por ejemplo, un niño con TDAH puede beneficiarse de un
enfoque terapéu co combinado que incluya
medicamentos para el niño (si es necesario) y un programa
de parentalidad para los adultos.
Todo lo anterior desemboca en la más sincera intención de
que los padres y madres adquieran una mayor consciencia
del carácter de su función, de los derechos de los niños, de
las responsabilidades y obligaciones que se adquieren al
ser padres, no como algo que “pesara” en su diaria labor,
sino como una oportunidad de vida para formar, criar y
amar a los hijos, en un ambiente más saludable de lo que a
ellos les tocó vivir, repensando acerca de su rol y
aprendiendo en el día a día a tomar decisiones más
flexibles, todo esto por supuesto tomando en cuenta las
circunstancias de cada familia y las caracterís cas no solo
de los hijos sino de ellos mismos, ya que un elemento de
vital importancia a rescatar en este tema es el autocuidado
parental… es decir, antes de ser papá o mamá existe una
persona que también requiere de atención y cuidados,
apartado que valdría la pena retomarlo en un futuro.
Bibliogra a:
1. UNICEF (2018) Estándares para los programas de prác cas de crianza y el desarrollo de la primera infancia, pag.5-6.
2. Haslam D, Mejia A, Sanders MR & de Vries PJ. Programas de parentalidad (Irarrázaval M & Mar n A, eds. Fernanda Prieto-Tagle, Mercedes Fernández, trad.). Capitulo A.12 (pag 2-5).
En Rey JM (ed), Manual de Salud Mental Infan l y Adolescente de la IACAPAP Ginebra: Asociación Internacional de Psiquiatría del Niño y el Adolescente y Profesiones Afines 2017.

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