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Salud Mental Infantil y del Adolescente






En el aspecto del narcisismo ar ficial que puede ser generado a través de un self virtual. En un reciente ar culo, el Profesor
Ávila Espada (2014) señala a colación de la formación del narcisismo como en ocasiones necesitamos “prótesis narcisistas”
como soluciones temporales o locales en la construcción de un self más genuino. La contrapar da reside en qué es complicado
saber que contribuye a la mejora del self y qué a un narcisismo patológico. Señala además el autor (2014, p.9) que estamos ante
un nuevo fenómeno en el cual los niños, apenas bebés, aprenden a interactuar a través de las pantallas, y se pregunta acerca de
si esto puede ser un refugio de sus fallas ambientales, habiendo una pseudo-provisión interac va para tal propósito. Creo que
tanto para el niño como para el adulto sí que estamos ante una provisión virtual, la cual es dada a través de un pseudo-objeto
transicional (encarnado básicamente en los artefactos tecnológicos que nos acompañan con nuamente. -Guerra, 2016-) con
una clara tendencia a generar partes del self virtuales y un narcisismo en exceso ar ficial. Las “transformaciones del narcisismo”
que nos hacen evolucionar, quedarán bloqueadas, pues nuestras capacidades de vinculación intersubje vas reales son
mermadas por el proceso de virtualización de la realidad.

La tecnología es necesaria y es ventajosa, pero cada vez nos está alejando más del humano que somos, o quizá del que fuimos.
En cualquier caso nos distancia de un humano que comunica y lee emociones, que coopera, se relaciona… Y se podría decir que
a lo largo de la historia la cultura ha intervenido en nuestra naturaleza, como ocurre ahora con nuestra naturaleza
comunicacional y mentalizante, y eso nos ha hecho más adapta vos en líneas generales. Pero también se podría pensar en que
tenemos numerosos ejemplos de cómo la “cultura” a menudo trauma za y deteriora a los sujetos. Por ello no deja de ser una
obligación obvia el que seamos crí cos y hacer cierta “contracultura” para tratar de averiguar como observadores par cipantes
en que grado la cultura tecnológica está afectándonos.

Nosotros como terapeutas, debemos de cuidar este aspecto y retornar a la matriz relacional con nuestro paciente, puesto que
si volcamos nuestra comunicación con él a través del texteo que los múl ples chats de redes sociales dan o le especularizamos
virtualmente con likes y comentarios varios estaremos cayendo en una suerte de “retrauma zación -a través de lo- virtual que
hará complicada la comunicación clínica, los momentos de encuentro, la mentalización y por tanto el tratamiento en sí. Cabe
recordar que la especularización real ende a crear un self real e integrado, pero la especularización virtual solamente puede
generar un self virtual.

Bibliogra a:
Luis Raimundo Guerra Cid1 IARPP, IPSA-Levante
h ps://www.psicoterapiarelacional.es/










































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