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NUTRICIÓN

En los úl mos años se han hecho diferentes inves gaciones sobre el efecto que ene el yoga sobre la
anorexia nerviosa. Un estudio publicado en el “Journal of Adolescent Health” demostró que las
pacientes con diagnós co de AN además de recibir su tratamiento médico contaron con una terapia de
yoga reflejando una reducción de los síntomas principales asociados a la enfermedad (ansiedad, mejora
en la percepción y aceptación de la imagen corporal) . Adicionalmente a la presente revisión, varios
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estudios mencionan que después de haber prac cado yoga durante por los menos 8 semanas, el
paciente comienza a sen r menor preocupación por su imagen corporal y por los alimentos que ingiere,
debido a la fuerte conexión que generan con su cuerpo .
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Incluso existe una mejora en el funcionamiento del individuo, mostrando un aumento de la autoes ma,
autoconcepto, nivel de socialización con el medio y finalmente, la aceptación personal; lo que a su vez
les permite retomar sus ac vidades diarias como asis r al colegio, retomar su trabajo y el mantener una
vida social ac va. Se ha demostrado que es eficaz en mantener en el empo la disminución de los
síntomas y evita la reincidencia de la enfermedad. Un estudio realizado por McCall reflejó que la
prác ca de yoga regula los estados de depresión y puede conducir a un aumento significa vo en los
niveles de serotonina, junto con la disminución de los niveles de monoamina oxidasa, una enzima que
descompone neurotransmisores y cor sol . hormonas afectadas durante el curso de la enfermedad.
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En conclusión. El implementar esta prác ca como herramienta de inicio para ejercitar a los pacientes
con AN, podría ser una buena alterna va, ya que estos pacientes necesitan mantener ocupada su
mente y su energía en ac vidades de conciencia, que les genere una estabilidad emocional. Los
aspectos a considerar para prescribir esta ac vidad sica es tener un peso corporal sano, un porcentaje
de masa grasa y masa muscular óp ma. También que los pacientes cuenten con un tratamiento
cogni vo conductual, en conjunto con una terapia psiquiátrica, ya que un tratamiento integral da como
resultado un mejor pronós co para los pacientes.

Los estudios futuros respecto a la inclusión de ac vidad sica en pacientes con AN,
deberán incluir: frecuencia alterna va; un tamaño de muestra grande y un grupo de
control (es decir, pacientes que reciben tratamiento ambulatorio y en internamiento), para
expandir en los resultados globales. Una mejor comprensión de esta intervención ampliará
las opciones de tratamiento disponible para esta población que cursa con algún trastorno
de la conducta alimentaria.

Bibliogra a:
1Garrudo Villa. María RELACIÓN ENTRE UNA PRÁCTICA EXCESIVA DE EJERCICIO FÍSICO Y LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA: UNA REVISIÓN
SISTEMÁTICA. Revista De Trastornos De La Conducta Alimentaria, (2017) 1:25, 2764-2769.
3Gerundo Villa et. al
4Mar nez Sánchez, S. (2017). EJERCICIO FÍSICO COMO HERRAMIENTA PARA EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA. Revista De
Psicología, (2017), 340-346
5Mar nez Sánchez et. al
6Young. Sarah. Rela onships between compulsive exercise, quality of life, psychological distress and
mo va on to change in adults with anorexia nervosa. Journal of Ea ngDisorders (2018) 6:2 pp. 3-6
7Hall. Alice. Use of yoga in outpa ent ea ng disorder treatment: a pilot study. Journal of Ea ngDisorders (2016) 4:38
8Hall Alice Journal of Ea ng Disorders (2016) et. Al p. 340
9Hall Alice Journal of Ea ng Disorders (2016) et. Al p. 342
10Hall Alice Journal of Ea ng Disorders (2016) et. Al p. 343
11Hall Alice Journal of Ea ng Disorders (2016) et. Al p. 343
12Hall Alice Journal of Ea ng Disorders (2016) et. Al p. 344
13 Mota López María Ángeles. Yoga y salud mental: Una revisión bibliográfica. (2016) 4-8:16
14 Grijalva Galárraga María Gabriela. El yoga como tratamiento alterna vo para mujeres adolescentes que sufren de anorexia nerviosa. (2016) 8:2016
15 Grijalva Galárraga María Gabriela et. Al. 23:2016

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