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NUTRICIÓN

En los úl mos años, varios autores han propuesto que la inclusión del ejercicio en el tratamiento
convencional de los pacientes que padecen AN puede ser de gran u lidad, dado que las anomalías sicas
observadas en ellos incluyen una menor densidad mineral ósea, musculatura debilitada, bradicardia,
síntomas gastrointes nales, mareos, amenorrea, incluyendo en este apartado patologías relacionadas al
mantenimiento del peso corporal. La prác ca de yoga podría ser un complemento ú l y de gran potencial en
el tratamiento y mejora de los resultados .
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El yoga es una disciplina cuyo fundamento central es la unión de la mente y cuerpo del ser humano. Esta
prác ca ene su origen en la India y recientemente se está extendiendo por el mundo dado los
beneficios psíquicos y psicológicos que refieren quienes lo realizan; siendo un método de autorregulación
consciente que conduce a una integración armónica de los aspectos sicos, mentales y espirituales de la
personalidad humana.
Esta prác ca fue diseñada para crear un sen do de bienestar, mejorar la autoconfianza y la eficiencia,
aumentar atención, y proporcionar una perspec va op mista respecto al cuerpo y el entorno. La falta de
conciencia introspec va es una caracterís ca clave de la AN. Un aspecto de la filoso a del yoga implica de
forma específica el prestar atención con un enfoque hacia el interior (conciencia) . El yoga es una
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intervención que aborda el movimiento, respiración y conciencia de las sensaciones corporales; ayuda a
aumentar la conciencia de los estados internos y reorganizar respuestas fisiológicas conectadas a los
síntomas.

Una revisión exhaus va realizada por Fernández del Valle y colaboradores encontraron que el ejercicio de
resistencia es un buen complemento al tratamiento de las pacientes de AN siendo el yoga uno de ellos. En
Noruega, Suecia, Dinamarca y Reino Unido interrogaron a 49 unidades de que tratan pacientes con TCA
sobre la ac vidad sica en la patología. Aunque el 68% evaluaban regularmente la AF y un exceso de ésta se
consideraba perjudicial, el 82% de las unidades incluyeron algún po de ejercicio como tratamiento. Los
pacientes recibieron planes individuales o grupales de un especialista en el ejercicio o fisioterapeuta cuando
eran somá camente estables .
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En todas las unidades de atención a pacientes con algún TCA se enfa zó la importancia de enseñar a los
pacientes la diferencia entre el ejercicio problemá co y la ac vidad sica saludable. Por todo ello, hay
evidencia de que la par cipación en programas de ejercicios estructurados y supervisados durante el
tratamiento en AN es seguro (no compromete el aumento del peso ni ene un efecto nega vo en la
antropometría), siempre y cuando se cumplan las necesidades nutricionales. Además puede ayudar a reducir
la psicopatología, mejorar la resistencia cardiovascular, la calidad de vida, el bienestar psicológico y facilitar el
cumplimiento del tratamiento .
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Un estudio piloto sobre la prác ca de yoga como tratamiento en AN y BN de manera ambulatoria, buscó
examinar el uso de la prác ca de yoga y su impacto en la ansiedad, la depresión y el cuerpo respecto a la
alteración de la imagen en adolescentes con trastornos alimentarios. Para este estudio, se eligió una muestra
de 20 mujeres adolescentes con trastornos alimentarios para par cipar en un programa de yoga. A las
candidatas les realizaron una serie de cues onarios centrados en la ansiedad, la depresión y alteraciones de
la percepción de la imagen corporal, antes de la primera clase, y luego de completar 12 clases .
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Se observó en las par cipantes al concluir el estudio a través del test de
“SpielbergerStateanxietymeanscore”, que disminuyo la ansiedad, depresión y mejoro la
percepción corporal de cada una de ellas, con un intervalo de confianza de 95% y una p> de
0.0316 12 , lo que nos indica que la intervención tuvo buenos resultados en esta población.

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